segunda-feira, 2 de agosto de 2010

El té, con leche, por favor!

Tras más de tres años viviendo en São Paulo ya se que únicamente puedo pedir té con leche en aquellos lugares o restaurantes más sofisticados.
Al principio lo solía pedir siempre que me ofrecían café al acabar de comer. Mi petición era inevitablemente recibida con caras de extrañeza por parte de los camareros, poco acostumbrados no tanto al tipo de petición como a mi acento de extranjero. En algunas ocasiones el camarero asentía y desaparecía para aparecer de nuevo unos segundos después acompañado de refuerzos personalizados en la figura de otro camarero, imagino que con mayor experiencia y mas avezado en este tipo de situaciones difíciles al que, invariablemte, tendría que repetir mi petición. La situación se repite siempre que voy a pedir un burguer y solicito que la cebolla, en lugar de frita, como es costumbre aquí. sea una rodaja entera y cruda.

En el tiempo que llevo viviendo aquí, comiendo casi todos los días fuera de casa, ya he aprendido que independientemente de si me entienden o no, el camarero brasileño nunca va a tener valor de preguntarme qué es exactamente lo que quiero. Simplemente asentirá y hará lo que a su mejor manera haya entendido, o como en el caso anteriormente relatado, pedirá refuerzos y ayuda a otro compañero.
La cuestión es que por motivos que desconozco, sea por educación, por evitar molestas complicaciones o sea por pasarle la patata caliente a otro, nunca son capaces de preguntarme y aclarar de una vez las posibles dudas.

Nenhum comentário:

Postar um comentário