domingo, 30 de agosto de 2009

Ay que calo!

Hoy hace calor. Este mes de Agosto se despide con un solazo de 30 grados bastante inusual si tenemos en cuenta que aqui es invierno. Sin ganas de ponerme a leer decido entrar un rato en el msn mientras Matt ultima unos trabajos que tiene que presentar el lunes. Al entrar coincido con mi madre que estaba esperando a ver si me veia online. Al preguntarle acerca de este blog, mi madre, que actualmente trabaja en la revision y correccion de estilo de varios libros, me recuerda carinosamente que cuide mas la puntuacion y haga el favor de prestar atencion a los acentos. Le dije que ya lo se, que el problema es este ordenador que compre en Miami el ano pasado y cuyo teclado gringo me impide poner acentos. Por lo visto hay una manera de modificar la configuracion del teclado para poder incluir acentos y otros simbolos necesarios, como nuestra letra enye (sin la cual anyo se queda en ano y conyo en un inofensivo cono), pero soy demasiado vago como para preocuparme por eso. Al fin y al cabo esto es un blog, no una opera prima. De cualquier manera, le dije, todo lo que escribo en el blog lo paso a un documento en word donde si puedo corregir los errores de puntuacion y anadir acentos. Quien sabe si al final termino usando todo este material como germen para un futuro libro. Y ya llevo mas de 10000 palabras, lo que no esta nada mal, no? Supongo que con 10 veces esa cantidad ya daria para revisar, editar y condensar los diferentes posts en un texto minimamente publicable. Suponiendo claro esta que lo que diga en el tenga algun tipo de interes. Probablemente tendre que convertir a mis conocidos en personajes disfuncionales para hacerlos mas atrayente ante un potencial lector y anadir escenas de sexo y violencia, que como todo mundo sabe, siempre vende. Me imagino que al decir esto, a mas de uno se le debe de estar encendiendo la alarma roja al sentirse aludido (Suponiendo que realmentente haya alguien con nada mejor que hacer que sentarse a leer mis desvarios).
Y conste que en mi peculiar peregrinar ya he conocido unos cuantos personajes disfuncionales. De hecho unicamente tendria que echar mano a mi imaginacion a la hora de cambiar nombres y circunstancias con el fin de disfrazar la realidad hasta dejarla irreconocible. Porque creedme, la realidad (al menos la mia) supera con creces a la ficcion. Vamos, que ni Almodovar en aquellos delirantes filmes de la epoca de la movida. De cualquier manera, que nadie se preocupe demasiado, prometo que hare un esfuerzo por cambiar nombres y circunstancias de manera que os deje dificilmente reconocibles. Quien sabe, igual ese futuro libro, esta vez si, opera prima, es adaptado a un guion que despues sera convertido en un filme, que tras un relativo exito en las salas de exhibicion nacionales acabara siendo adaptado para un remake americano y consiguiendo una merecidisima fama mundial. Al poco tiempo de ese exito planetario surgiran legiones de fans obsesivos y periodistas free-lance que viajaran a Valencia y las diferentes ciudades testigos de mis peripecias en busca de los personajes reales que inspiraron personajes tan alucinantes. La vecina del octavo derecha vendera exclusivas y contara como ya desde pequeno habia demostrado una sensibilidad especial cuando me escondia en su casa huyendo de los demas ninos de la vecindad con los que jugaba a policias y ladrones cuando lo que yo queria era sentarme junto a mi abuela y escuchar sus historias de la guerra y de cuando vivian en el pueblo. Vicenta, la portera, contara tambien anecdotas con todo lujo de detalles. Alguans de esas anecdotas seran reales, la mayor parte, sin embargo, seran el resultado simple de su imaginacion potenciada por la adiccion a los supositorios de Optalidon, adiccion que habia mantenido moderada durante muchos anyos pero que en los ultimos tiempos se habia visto descontrolada desde que Borja, su unico hijo iniciara su aventura con la heroina al poco de acabar secundaria. El problema de mi Borja es que es demasiado bueno y nunca supo decir que no, ya sabe usted, las malas companias..., le contara en un parentesis al periodista).
Justamente estos dias me estaba preguntando sobre el sentido y el porque de escribir un blog. Logicamente para que alguien se anime a escribir un blog es necesaria una cierta dosis de egoncentrismo y bastante de exhibicionismo. Egocentrismo porque se asume que lo que pueda contar sea de algun interes para alguien aparte de familiares, amigos e aludidos. Exhibicionismo porque hay que carecer del justo recato y moderacion para airear de manera tan deshinibida los trapos sucios de uno ante tan vasto auditorio.
Un momento,me acaba de asaltar una duda..Sera que alguien esta leyendo lo que escribo? Pero acaso importa? Sera que unicamente estoy escribiendo para ser leido? Y yo que me habia autoconvencido de que escribia unicamente como ejercicio terapeutico, algo asi como cuando el violento para desahogarse aporrea el saco de arena, que siempre resulta mejor que usar al o la conyuge como sparring. Conyuge, menudo palabron. A mi padre siempre le ha sonado fatal, y conste que con eso no esta criticando al matrimonio, que ellos estan muy felices a tan solo 3 anyos de sus Bodas de Oro.

terça-feira, 25 de agosto de 2009

El sentido de la vida ( mi sentido a mi vida)

Como el proposito de este blog es el de disfrutar en libertad absoluta de decir lo que me venga en gana sin preocupaciones ni consideraciones acerca de lo que puedas pensar de mi, desconocido y sin duda, ocioso lector, voy a contarte algo acerca de mi que se podria decir que pertenece a mi parte oscura, aquella parte intima que todos tenemos y que nos cuidamos muy mucho de mostrar por miedo a que pueda influenciar de manera negativa en nuestra vida social. Me estoy refiriendo a aquel lado que si en alguna ocasion llegamos a mostrar siempre es de manera timida y descafeinada, atenuado hasta el punto de resultar totalmente inofensivo. (Acaso te creias que coloque por casualidad en mi perfil un pseudonimo compuesto de una inicial corriente como es la J seguida de un nombre sionista mas el nombre de un modelo de Lamborghini??). Pues fue justamente para librarme de todas las ataduras y etiqueta social que necesito observar en mi dia a dia para continuar siendo considerado normal.
Cuando era pequeno e iba con mi familia de camping, cruzabamos medio pais en coche mientras yo me entretenia descubriendo y contando los cementerios de todos los lugares por los que pasabamos. El caso es que yo siempre he sentido una enorme fascinacion por la muerte. Y me estoy referindo a una fascinacion morbosa. Antes de que se te pase por la cabeza preciso aclarar que no estoy hablando de necrofilia ni de cualquier otra perversion de ese tipo (porque eso si que se puede considerar perversion).
Me estoy refiriendo a una fascinacion existencial, si es que se puede decir asi. La idea de la muerte me provoca una excitacion similar a la que es capaz de provocar un problema de matematicas excesivamente complejo y cuya resolucion el matematico -consciente de su incapacidad- no puede evitar continuar buscando ad absurdum. O por poner un ejemplo mucho mas prosaico, el interes subito que sentiria una mariliendre - aquellas mujeres que solamnete se interesan por homosexuales, segun definio Leopoldo Alas (Leopoldo, otro de los departed)- que rapidamente pasa de indiferente a sumamente interesada en cuando se entera de que el desconocido que esta intentando entablar conversacion con ella le dice que es gay.
No me considero ningun sociopata ni nada por el estilo, pero lo cierto es que las personas, por lo general, no me interesan lo mas minimo. Curiosamente, las mismas personas que no me suscitaban ningun interes, cobran por el simple hecho de morirse, un interes especial. Y no me preguntes el motivo por que seria incapaz de decirlo. Esa fascinacion morbosa siempre ha estado conmigo desde que tengo uso de razon y probablemente me acompanara hasta mi ultimo suspiro (que por cierto, espero que aun tarde en llegar). Mi manera de ver y entender el mundo y la vida siempre ha estado determinado por esa fascinacion.
Claro que en mi caso es diferente del ejemplo que mencione de la mariliendres pues si la persona por la que me intereso ya se ha muerto ya no me queda mucho que hacer aparte de querer saber como fue a traves de personas que le conocieron. A mis ojos, la muerte es capaz de investir de conocimiento maximo a la persona que en vida era de lo mas simple y llano. Su muerte supuestamente les concede un conocimiento que ni los mas eruditos pensadores vivos sonarian alcanzar incluso habiendo consagrado una vida entera a estudiar y dilucidar el misterio de la existencia. Ellos, los departed, ya saben lo que hay al otro lado. Si es que hay un otro lado. Si es que hay algo que saber. (Y si es que estan en condiciones de saber algo). Porque se trata de una incognita que ni siquiera puedo definir aqui con palabras. Ni siquiera soy capaz de expresar aquello que solamente se que desconozco, tal es la incognita con la que tengo que vivir. Porque vivir al tiempo nos acerca inexorablemente a la muerte mientras nos mantiene en la misma incapacidad de entenderla. El ultimo dia estamos igual de ignorantes al respecto del sentido de la vida que el dia que comenzamos a cuestionarnoslo.
Logicamente, cuando pienso en la muerte de un ser querido no hay nada de fascinante. En los contados casos por los que he tenido que pasar hasta hoy, la pena por su perdida ha sido tan grande que no ha dejado sitio para ningun otro sentimiento. Cuando algun ser querido ha llegado al fin de su vida mi reaccion siempre ha sido de dolor e incredulidad. Pienso que mi interes inusitado por la muerte y las profundas reflexiones a las que me arrastra, ha contribuido incluso a aumentar el dolor.
Para decir la verdad, la mayor parte de esa fascinacion se centra no en la muerte de los demas sino en la mia propia. El dejar de existir. Dejar de ser yo. El fin de mi vida es un hecho inevitable y sin embargo imposible de asumir. Mi muerte se trata de un hecho cientifico inevitable que sin embargo no soy capaz de entender en su totalidad. Como mucho puedo resignarme, pero no aceptarla, ya que es dificil aceptar algo que no entiendes. No por el hecho de ser inevitable me es mas facil de asumir. Porque ya me diras tu como podria continuar existiendo el mundo despues de mi muerte si el mundo, como yo lo concibo viene definido por mi? Y no me estoy refiriendo a una manera egocentrica de entender el mundo, me estoy refiriendoo al hecho de que el mundo, como yo lo entiendo, con todo su contenido (incluido tu) unicamente puede existir porque previamente esta siendo pensado por alguien, es decir, por mi. No soy filosofo ni creo ser el primero ni el unico en tener estas comidas de tarro, pero por lo menos espero haberme explicado un poco. El caso es que no soy capaz de entender la existencia (ninguna existencia) sin el requisito previo de mi existencia. Nada de lo que concibo puede continuar existiendo si yo no existo. Como va a existir nada si yo ya no estoy? Es como si el mundo fuera simplemente una realidad virtual, apenas un sueno que se desvanece al despertar y con ese despertar se desvanece tambien todo lo que contiene (las personas, Obama, los oceanos, La Gioconda, los planetas,Lloret-De-Mar, las acelgas, las galaxias, las llaves de tu coche etc). Para mi nada de eso es capaz realmente de continuar existiendo si yo ya no existo.

Lo que esta claro es que la respuesta a todos los interrogantes que provoca el misterio de la vida pasa necesariamente por la muerte previa del sujeto. Resulta francamente acojonante (en ambos sentidos de la palabra). Porque la muerte, como todo lo que nos es desconocido, asusta. De hecho se me ocurre que con excepcion de la agorafobia y la aracnofobia, ese seria el origen de la mayor parte de las fobias. De repente dejamos de ser xenofobos al enamorarnos de una chica colombiana o de un apuesto marroqui como dejamos de ser homofobos al congeniar por primera vez con un gay en el trabajo o al resultar lesbiana la cunada.
Solo la muerte es la unica respuesta posible a todos los misterios de la vida. Ironicamente, no llegamos a la muerte hasta el final de nuestra vida, final que puede llegar mas pronto o mas tarde, pues normalmente no depende de nosotros. Al vivir tu vida te estas acercando inexorablemente a la muerte. Por tanto al vivir ya estamos, aunque solo sea un poquito, muriendonos. . Sabemos que la vida es pasajera, tiene un comienzo y un fin. Antes de ese comienzo esta la no-existencia. Por otro lado, al final de la vida le sigue la muerte, o sea, mas no-existencia. La vida queda reducida unicamente un periodo de tiempo limitado. Ese periodo de tiempo esta precedido y seguido de no-existencia. Lo que entendemos por vida es por tanto apenas una anecdota en medio de tanta nada (pues ahora sabemos, gracias a Einstein, que el tiempo, ya en si, es relativo). Sin embargo esa no-existencia (la que precede y sigue a la vida) no tiene nada de relativo. Ella es infinita. Infinitamente nada. La muerte es no-existencia. La no-existencia es nada.
Ahora dime la verdad, despues de leer mis elucubraciones existenciales de andar por casa te parezco deprimido o sera que se trata de la maldita crisis de los 40 que me esta haciendo replantearme, una vez mas, el sentido de todo? Porque puede que haya algo de eso, la famosa crisis de los 40, pero lo cierto es que toda esto es y ha sido siempre una parte inherente a mi personalidad. Dejando de lado todo este desagradable asunto de la muerte (desagradable para ti, para mi, sumamente entretenido) del que creo ya he escrito suficiente por hoy, lo cierto es que mis gustos estan en linea con esa manera tragica de entender el mundo. Me llevo un tiempo en entender porque todas las musicas que me gustan, (Placebo, Keane, las viejas baladas de Roberto Carlos, Leonard Cohen et al.) son el tipo de musica que la mayoria de las personas considerarian deprimentes y tristes. Logicamente, a mi me ponen.

domingo, 23 de agosto de 2009

Llueve en Sao Paulo

Este fin de semana por fin lo pase en casa. Ya tocaba. Tras los viajes a Rio y la tournee por el Nordeste, he pillado con ganas un fin de semana en casita. Matt vino el viernes por la tarde y cuando llegue en casa ya pasaban de las 10 de la noche. Como viene siendo habitual los viernes por la noche, el aeropuerto nacional de la capital financiera y comercial del pais se satura por las numerosas idas y llegadas que preceden al comienzo del fin de semana por lo que el avion estuvo dando vueltas de espera durante casi media hora esperando que la torre de control emitiera finalmente su autorizacion para aterrizar.
Se habia quedado dormido mientras me esperaba y me recibio en pijama con la mirada adormilada y el pelo revuelto, sus rizos negros y descontrolados que a mi me chiflan y que el intenta en vano suprimir alisandolo con la secadora despues de cada ducha. Me encanto verle moviendose por la casa en pijama como si ya estuviera viviendo aqui y no a 500 kms de distancia. Su presencia y sus ropas despedigadas por la habitacion daban al apartamenteo un aire habitado y ciertamente hogareno.
Los 14 grados y la lluvia constante fueron excusa suficiente para no salir de casa ni apenas aventurarnos fuera de la cama desde el viernes noche hasta el domingo. Y es que es un gran placer eso de quedarte en la cama -enrolando, como dicen aqui- disfrutando tumbados viendo DVDs en la TV de la habitacion, frente a la cama, los dos bien apretaditos y calentitos -el, con sus inevitables calcetines de lana gruesa- y oyendo la lluvia incesante que cae y golpea las persianas metalicas de la ventana. Conste que yo nunca fui partidario de colocar television en la habitacion. Cosas de mi educacion, supongo. Desde pequeno, en casa siempre se nos habia motivado para la lectura en un intento de mis padres por evitar que nos convirtieramos en lo que llamaban ninos-teleadictos. Fuera comics (Asterix, Tintin, Don Mikis, despues la coleccion de Joyas Literarias de 15 ptas.) como ediciones juveniles tipo las aventuras de Los Cinco, Los Hollister, El Club de los 7 Secretos y otras series (colecciones enteras que sin duda deben estar acumulando polvo en alguno de los numerosos estantes atiborrados de libros que se extienden por toda la casa), el caso es que me pase la infancia leyendo y por esso, a diferencia de la mayor parte de las familias que conocia, la television siempre tuvo un papel poco relevante en nuestra casa. Me imagino que ese debio de ser el motivo principal por lo que debimos ser una de las ultimas familias de la ciudad en tener television a color primero y despues el tan deseado video (eso si, para cuando lo tuvimos ya era en VHS, que fue el formato que finalmente se impuso al Betamax y Video 2000, formatos que muchas de las otras familias que se nos habian adelantado ya habian comprado y que finalmente con la progresiva retirada de los video-clubs de las peliculas en esos formatos, no tuvieron mas remedio que sustitur).

terça-feira, 18 de agosto de 2009

En Natal siempre es Navidad

Viajo mas que el baul de la Piquer. Invitado por nuestro distribuidor de Salvador de Bahia, me encuentro de tournee por el Nordeste de Brasil junto con representantes de otras empresas de tecnologia. Participamos de eventos donde se presentan las novedades y damos trainings de capacitacion a los vendedores de las cadenas de tiendas que venden nuestros productos informaticos. Lo bueno de tener este trabajo no es solamente que terminas haciendo turismo gratis sino que tambien te alojas y comes en los mejores hoteles y restaurantes, y eso, queridos, no tiene precio. En las varias ciudades que visitamos se repite la misma programacion. Por la manana hacemos las presentaciones para los vendedores y por la noche invitamos a cenar a los duenos de las empresas en la mejor churrascaria de la ciudad. Durante la cena, precedida de una breve presentacion de 20 minutos de cada representante donde comentamos lo felices que estamos de estar en su linda ciudad mientras aprovechamos para presentar alguna novedad que sea de su interes, nos mezclamos y alternamos con los clientes. A todos nosotros, profesionales jovenes y bien pagados por nuestro tiempo pasado fuera de casa -aunque nunca lo suficiente- se nos da bien entablar conversacion y amenizar la velada como si fueramos un selecto grupo de putillas de club de alterne de lujo. Es una formula que nunca falla. Todo sea por agasajar al cliente, claro. Logicamente, el hecho de ser extranjero, gringo para mas senas, confere un valor exotico a mi presencia aqui. Exotismo que se pone de manifiesto en cuanto abro la boca para iniciar mis presentaciones de power-point. Es sin duda un aliciente anadido que nuestro distribuidor regional quiere explotar.
En Brasil, y sobre todo, en esta parte remota del pais, y como no hace mucho en Espana, aun se piensa que todo lo que viene de fuera, principalmente del llamado primer mundo, es mucho mejor que lo nacional. Pensando en mi experiencia laboral tanto en Alemania como en Inglaterra, pienso para mis adentros en cuan equivocados estan. Ese mito del europeo trabajador y emprendedor que tanto se admira desde este lado del oceano nunca lo he visto confirmado. Mas bien al reves. Por ejemplo, yo nunca habia visto gente mas vaga que cuando comenze a trabajar en Alemania durante mi epoca de estudiante de Filologia Alemana en Mainz a mediados de los anos 90. Durante esos tres anos compagine mi estudios con un trabajo a tiempo parcial en el mostrador de check-in de varias companias aereas en el aeropuerto de Frankfurt. La mayor parte de mis companeros, muchos de ellos alemanes de pura cepa, se caracterizaba por estar siemrpe reivindicando mejoras laborales (que en su mayoria podrian resumirse en mas dinero y menos trabajo) y con una sospechosa predisposicion a pedir la baja laboral por estress. Mi experiencia laboral durante los siete anos que me pase trabajando en Londres no fue muy diferente en ese aspecto. En la sede europea de la multinacional para la que aun trabajo y que se encuentra en las afueras de Londres, a mitad camino entre el aeropuerto de Heathrow y el nada humilde retiro estival de los monarcas en Hampton Court, se daban cita representantes de practicamente cada uno de los paises de la Union Europea, si excluimos Andorra y San Marino que ni son paises ni son na. Esta experiencia pan-europea me confirmo una verdad que ya sospechaba pero que no me habria atrevida decir alto. Y es que la realidad es que en Europa a nadie le gusta trabajar. Al menos a los europeos. Como no ibamos a precisar de mano de obra extranjera (a ser posible barata y ecuatoriana, mucho mas obediente y conformista ante los abusos del patron)! Y lo peor es que esos mismos trabajadores europeos, ciudadanos de a pie con alma de sindicalista unicamente a la hora de exigir a la patronal mejoras laborales e incapaces de presentarse como voluntarios a realizar ningun tipo de trabajo a menos que sea para participar en piquetes informativos- son los primeros en fruncir el ceno ante los esfuerzos del emigrante por buscarse la vida y trabajar en lo que sea para sacar adelante a su numerosa prole. Creo que con esas afirmaciones quedaron claras cuales son mis simpatias sociales. O por lo menos parte de mis antipatias, ya que lo cierto es que la patronal y el empresariado me produce la misma urticaria.
En esas reflexiones me encontraba mientras tomaba posesion de la tumbona en primera linea de la playa que para mi habia escogido el sonriente jovencito responsable de que no falte de nada a los Srs. clientes del hotel. Casualmente,el hotel Praiamar donde ha tenido lugar el evento se encuentra en la playa de Ponto Negro, la mas famosa de Natal y destino por excelencia de europeos de todos los colores y estratos sociales.
Como la tarde la tengo libre, aprovecho para ir a la playa y mezclarme con los turistas. Al lo largo y ancho de la playa abundan las piranhas, chicas locales, nativas nordestinas de piel morena por no decir negra, en su mayoria apenas adolescentes a medio desarrollar y cuyas formas curvas -muy superiores a lo que el europeo esta habituado a ver y tocar en sus mujeres europeas de nalgas tristes y con propension a la celulitis- se convierte en la principal fuente de divisas del Estado de Rio Grande do Norte. Las biscate como tambien son conocidas las piranhas, suelen pulular en parejas por la playa y a lo largo y ancho del paseo y se las puedes distinguir facilmente de las brasileiras turistas (en su mayor parte de Sao Paulo) por lo minusculo del tanga y los peinados y accesorios que lucen, poco aptos para la arena de la playa. El peinado de muchas de ellas es puro lujo, algo asi como un cruce entre los que lucia la mala de Dinastia y el de una afortunada ganadora de un concurso de misses en Bucarest. El objetivo principal de tales piranhas no es otro que exprimir a los turistas italianos que acuden en masa a esta parte de Brasil. Apenas ves mujeres, la mayor parte son grupos de amigachos, como aquellos grupos de ragazze que infestaban las playas de Ibiza en la epoca del acid-house. De hecho puede que se trate de los mismos, solo que ahora, diez o quince anos mas tarde ya se encuentran en su mayoria casados o separados y aprovechan las dos semanas libres de la custodia del hijo para recordar aquellas juergas de adolescente que nunca volveran. Es curioso que la mayoria de los italianos luce un look similar. Por un lado estan los ya habituales ligones sonridentes de pelo largo y grasoso, peinado hacia atras como si se tratara de un astro argentino del esferico o el mismisimo Conde Lequio. Por otro lado, y en no menor numero, se encuentran los calvos o rapados a cero por urgencias de la incipiente alopecia. Muchos de ellos pasean su palmito enfundados en bermudas floridas a juego con los inevitables tatuajes de arabescos con los que intentan dar un aire de juventud a unos cuerpos que sin duda ya han conocido epocas mejores. Francamente, no se les ve muy preocupados por esa decadencia fisica. De hecho son bien conscientes del irresistible sex-appeal de sus Euros a los ojos de las feminas locales. Aparte de los italianos estan, como no, los espanoles, grupo numeroso e inmediatamente seguido de algunos holandeses. Estos ultimos delgados y rubios y con una piel tan tostada que recuerda a la de un lagarto. A juzgar por el bronceado, imagino que deben de pasar largas temporadas lejos de la humeda Amsterdam, probablemente viviendo de las rentas o de la pension que el Estado les paga durante la baja laboral por estres. Ese es el deprimente panorama que me encuentro en Natal. Y lo peor es que una parte de mi no puede dejar de identificarse con ellos, feliz de encontrarme con compatriotas venidos de tan lejos.
Decido estirar un poco las piernas y caminar por el borde del mar para poder disfrutar y admirar la flora y fauna que puebla tan variado habital. Y es que no hay nada como la ecodiversidad. Al cruzarme con una pareja de jovencisimas piranhas un grupo de italianos que estan sentados y bebiendo junto al mar se dan codazos e incluso me sonrien al pasar, aceptandome automaticamente como miembro del clan de los machos. Les devuelvo una sonrisa complice mientras me sorprendo de lo feliz que se ponen solamente con ver a dos putitas adolescentes y desnutridas. Cobardemente les sonrio, como si yo tampoco tuviera escupulos y estuviera tambien deseando follarmelas. Al instante me averguenzo de mi falta de integridad y continuo caminando convencido de que en el fondo y muy a pesar de lo que querria, no soy mucho mejor que ellos. Pensando en el joven empleado del hotel responsable de las hamacas y en el modo en que me gano la vida, llego a la conclusion de que soy tan cutre como esos italianos y tan puta como las temibles piranhas.

sexta-feira, 14 de agosto de 2009

27 primaveras y ni una mas

Viernes dia 14 de abril. Hotel Ibis de Rio de Janeiro. El beso de Matt al despedirme para ir a trabajar me ha traido otros besos recibidos curiosamente tambien en el cuarto de un hotel Ibis.
Han pasado casi nueve anos desde aquella manana. Aquella fue una manana de primavera my parecida a esta. Nada hacia suponer que iba a ser diferente de cualquier otra. Por aquella epoca, yo aun vivia en Espana y mantenia una especie de relacion pasional con Luismi, un amigo de pandilla de aquellos interminables veranos de mi adolescencia.
Por azar nos habiamos reencontrado unos meses antes en el legendario Black & White en Madrid, garito que ya en aquella epoca estaba totalmente fuera de la ruta de moda del barrio de Chueca, pero que al que yo siempre terminaba volviendo, especialmente en dias de semana, atraido por su aire demode y definitivamente decadente. Aquel dia habia acudido solo tras mi cena semanal en el restaurante Lombok con Tono, Ricky y Edu, amigos valencianos que tambien vivian en Madrid. En el ultimo minuto habia decidido pasar para tomarme una ultima copa antes de irme a dormir a casa. A los pocos minutos de sentarme en la barra cerca de la entrada ya le habia descubierto sentado al fondo, frente a una de los monitores que emitian videos de la MTV sin volumen. Miraba con aire indolente, agarrado a un gin-tonic del que parecia haberse olvidado por completo, se le veia ausente y a anos-luz de las risas que estallaban a a su alrededor, risas provenientes de los parroquianos habituales, en su mayor parte profesionales de mediana edad tratando de negociar con el chapero argelino de turno un mejor precio para terminar la noche. Conversamos hasta el cierre del local y aun continuamos desayunando churros en San Gines.
Hacia el final de aquella semana ya estabamos viviendo juntos. Su mudanza habia consistido practicamente de una enorme maleta atiborrada de libros, en su mayor parte pesados libros de Derecho y Codigos Civiles. Desde aquel mismo dia dormimos juntos todas las noches, aunque no todas las noches dormimos.
Ese fin de semana yo habia sido invitado a participar como interprete en unas jornadas de economia en Salamanca organizadas por la Union Europea. El dia antes habia estado de cena y copas con la delegacion alemana (con las obligatorias visitas al templo del cochinillo asado seguido de show en tablao flamenco) mientras Luismi habia dedicado el dia para recorrer la ciudad y jugar video games en la consola de la habitacion del hotel Ibis en que nos alojabamos. Para cuando llegue a la habitacion ya hacia horas que dormia. Quizas por ese motivo el despertar a la manana siguiente fue mas pasional que de costumbre. Ese dia hicimos el amor con una intensidad inusitada, y conste que Luismi nunca habia sido muy apasionado en esos lances. Recuerdo que incluso percibi cierta urgencia en el acto, como si estuviera con prisa por terminar y dejar buen recuerdo antes de retirarse de la escena. Poco despues de acabar, tras el climax y la obligada pausa para el cigarro sin cigarro, tumbado boca arriba y con la vista perdida en las molduras de escayola del techo me dijo por la primera vez que era feliz. Ligeramente sorprendido, le mire fijamente sin decir nada. Tras unos minutos de silencio que dedique a estudiar detalladamente su perfil serio -el ceno ligeramente fruncido como esforzandose por atrapar algun recuerdo empenado en escaparse- comenzo a enumerar, con voz pausada las contadas ocasiones en que se habia sentido asi de feliz. Su voz sonaba metalica e impersonal. Sus recuerdos de momentos felices eran pocos y bien contados. Un pobre balance para sus 27 anos de existencia, pense. A cada recuerdo le acompanaba una especie de mueca entre triste y sarcastica, como diciendo, bueno, aquello ya paso y no dejo mas huella que estos pocos recuerdos que te estoy contando. Se rio tristemente al anadir que lo peor era que ya ni siquiera tenia garantias de poder conservarlos por mucho mas tiempo, pues con la distancia se volvian amarillentos e imprecisos. Me conto con detalle una tarde pasada en el Camping de El Saler con sus tios y primos (su madre habia muerto cuando el tan solo tenia 3 anos, a su padre nunca lo conocio). Jugaron a los indios en la pinada hasta bien entrada la noche, mientras los mayores jugaban a las cartas con los vecinos de parcela. Ese dia fue feliz. Aquella noche corrio tanto que a los pocos segundos de acostarse ya se habia quedado dormido en su saco de dormir en la enorme tienda de campana comprada en Andorra el verano anterior con espacio para 6 personas (un dormitorio separado para sus tios, el otro compartido con sus cuatro primos).

Entonces me miro fijamente sonriendo tristemente y me dijo, sabes? la felicidad no existe como tal, sino como la suma de diferentes momentos felices. Y yo he tenido pocos de esos momentos, por eso se que este -aqui y ahora- es el ultimo de ellos. A continuacion se incorporo y tras soltar una especie de gemido dijo que estaba muriendo de sed y que iba a bajar a la recepcion a comprar una botella de agua de litro para dejar en la pequena nevera de la habitacion. Los hoteles Ibis, para mantener sus tarifas competitivas dejan la nevera de la habitacion vacia, de manera que si quieres beber tienes que bajar primero a comprarlas al bar junto a la recepcion. Espere tumbado en la cama, disfrutando medio adormecido de eses minutos de relax. Cuando abri los ojos habia pasado mas de media hora y aun no habia vuelto. Como aun tenia que trabajar ese dia, opte finalmento por levantarme, fui directo a la ducha, dejando la puerta abierta para oirle caro entrara en la habitacion, termine de asearme, me vesti, e hice tiempo esperandole atento a los pasos que se oian por el pasillo del hotel que pudieran indicar su regreso. Su retraso en volver me daba muy mala espina y desconcertaba, haciendome sentir cada vez mas inquieto. Finalmente y con el corazon encojido decidi que no podia esperar mas y le escribi una nota rogandole que me llamase al movil pues no podia llegar tarde a la conferencia. Al pasar por la recepcion me dijeron que no habian visto salir a ningun chico con esas caracteristicas. Le llame desde el taxi y aun volvi a intentarlo varias veces durante la pausa para comer. Todo fue en vano. En su telefono movil me salia siempre la voz impersonal de la operadora invitandome a dejar un mensaje. La jornada fue pesada y la traduccion simultanea dificil. Recuerdo haber perdido la concentracion en un par de ocasiones y haber tenido que improvisar. Afortunadamente, ninguno de los presentes parecia demasiado interesado en la produccion lactea en los paises de la Europa del Este como para percatarse de mis errores.

Por la noche, al volver al hotel con el corazon en un puno y ansioso por ver si habia vuelto, fui recibido por una pareja de la Guardia Civil que me esperaba desde primeras horas de la tarde en la recepcion. Habian tratado de localizarme llamando por error al numero de telefono de casa en lugar de al movil.
Unos ninos habian encontrado su cuerpo en el fondo de un barranco a las afueras de la ciudad.
En aquel mes de abril yo vivi el amor y tambien vivi la muerte. Y el tiempo, con todos estos anos condenado a sobrevivirle, aun no ha conseguido amarillear su recuerdo. A decir verdad, su imagen, eternamente joven, nunca fue tan nitida como en esta manana de abril del ano 2009.

domingo, 9 de agosto de 2009

Look as -Tienes nombre de discípulo

Tu aún no lo sabes y sin duda te sorprenderá saberlo, pero lo cierto es que no pasa un dia que no te recuerde. Veo tu cara seria, inquisidora e infantil mirándome fijamente, con los ojos grandes y abiertos como si todavia estuvieran esperando una respuesta, una explicación que quedó pendiente. Y es que realmente es una pena que en la vida no siempre tengamos respuestas al alcance. Si no las tenemos para nosotros mismos, mucho menos para darlas a los demás.
Tu eras joven, yo no tanto. O mejor pongámoslo así; yo aún era joven; tu, jovencísimo. En tu inmadurez mostrabas una fría madurez prematura que incluso me producia escalofrios al compararla con mi ya legendaria inmadurez. Hasta parecia que era yo quien apenas tenía 21 y no tu.
De todos mis crímenes el peor fue no quererte como querias que te quisiera. Solamente ya por eso merecía la condena. Sr. Juez, otorge su Ilustrisima una condena ejemplar para el acusado. En la corte marcial de tu corazón el único veredicto posible era el de culpable por alta traicion. La defensa no precisó preparar grandes alegatos ni recurrir a tretas para sensibilizar al jurado. El proceso fue rápido y meramente formal. El cadalso ya estaba siendo preparado y el matarife ya afilaba su cuchillo de matar cerdos cuando la sentencia fue hecha publica. Como no podía haber sido de otro modo, en la silenciosa sala no hubo protestas ni se anunció la interposición de un recurso. El Sr. Juez no precisó pedir orden ni desganitarse golpeando con el martillo sobre su mesa de madera. El reo, con la vista baja dirijida a la punta de sus zapatos escuchó y aceptó sumiso la condena. Y tu, fiscal, personificando al mismo tiempo la acusación particular y la víctima, me mirabas dolido,-aunque eso si, muy digno- satisfecho de que se hiciera justicia. Porque yo te traicioné, si. Te traicioné a ti y me traicioné a mi mismo, y envueltos en ese torbellino de traiciones nos perdimos hasta no ser capaces de reconocernos mutuamente. Por lo menos yo dejé de reconocerme. Al mismo tiempo dejé de reconocerte a ti. No es difícil de imaginar pues ya en ese momento ni siquiera era yo quien yo quería (o pretendía ) ser. Hacia tiempo que en ese baile de identidades el yo-amador se venía confundiendo con el yo permanentemente insatisfecho siempre embarcado en infeliz búsqueda de alternativas a la realidad. Como si estuviera buscando mi vida fuera de la vida para alcanzar ese otro yo cada vez más distante. Aquella versión de mi mismo mejorada y definitivamente mucho mas felíz. Versión que siempre se mostró evasiva y cuya imagen se deformaba hasta desvanecerse completamente como el de mi rostro reflejado en el agua al ser golpeada por la piedra, justo en el momento en que yo -cuan Narciso, pero con mejor fortuna- me agachaba para mirar.

Mientras tanto la vida pasa. A los dias les siguen las semanas y los meses. De repente ya hace un anyo de todo. El recuerdo de aquella familia creada por y para nosotros (tu, yo y la perrita Cleo) se convierte en un recuerdo nebuloso, del que tan sólo destacan episodios anecdóticos. Como cuando me siento en el sofá y veo la parte que mordió Cleo siendo aún cachorro a las pocas semanas de traerla a casa.

Claro que me da pena. Como da pena siemrpe que se pierde algo bonito cuya ausencia te entristece. Y lo que tuvimos fue bonito, muy bonito. Por lo menos hasta que dejó de serlo. E incluso cuando dejó de serlo también tenía su encanto, fíjate como son las cosas. El recuerdo de aquella ilusíon por crearnos un presente que antecediera a un futuro aún mejor me acompanya y me estimula para próximos intentos -porque habrá de haberlos- de ser feliz en pareja.

De ti nunca supe nada más. Tuve que respetar tu derecho a la distancia y tiempo, tan necesario para la recuperación después del naufragio. Por Richard, nuestro amigo común en Londres, ne enteré que finalmente acabaste tus estudios en la Universidad Metodista y que optaste por sustituir tu planeado viaje a Europa por otro a los EEUU. Me alegro mucho que lo hayas conseguido y que consigas retomar tu vuelo. Un vuelo alto y que sin duda aún te llevará más lejos. Y donde estés te acordarás de mi, como yo te estoy recordando en este momento. Tan solo espero que el tiempo acabe diluyendo toda aquella rabia y frustración. Yo, por mi parte, tan solo guardo las cosas buenas, que no fueron pocas. No habia nadie más feliz dando cuenta de la pizza calabresa del Pizza Hut de Bandeirantes o como cuando, ya vestidos y listos para salir, nos mirábamos y decidíamos de repente pasar la noche del sábado en la cama viendo una peli en DVD (hasta que te quedabas dormido en mi pecho y yo retomaba, cuidadosamente y sin hacer ruido, la lectura de mi libro).

Retazos de una vida cotidiana y tranquila, ajena a una realdiad superior pero cuyo recuerdo sigo llevando conmigo. Porque el corazón tiene muchos compartimentos. Algunos de ellos secretos y tan escondidos que probablemente nunca sean descubiertos ni profanados.

terça-feira, 4 de agosto de 2009

Siempre en Abril

Retrocedamos un poco en el tiempo....Londres, Abril 2003

Son las 2 a.m cuando salgo de la discoteca Popstarz junto a King´s Cross pero aún no me quiero ir para casa. Allí se que me espera Oscar, el niño rubio de ojos azules y mente perturbada con el que me vine a Londres tras mi frustrado intento de convertirme en controlador aéreo. Sin embargo, una vez más, decido adentrarme en la noche y caminar hasta las inmediaciones del British Museum donde como cada noche se reúne en Bloomsbury Square una variada fauna con los deseos y las urgencias similares a las mías. La verdad, poco que ver con el famoso grupo de Bloomsbury, los intelectuales de comienzo de siglo abanderados por Virginia y Leonard Woolf, muchos de ellos con tendencias similares, pero mucho mas refinados , tipo Lytton Stratchey.

Las sombras que se mueven entre los arbustos y cruzan los caminos del parque apareciendo y desapareciendo a ambos lados me indican donde se encuentra la acción del momento. Me acerco a un grupo, una melé compuesta de manera espontánea por 6 o 7 desconocidos que dándome la espalda se apiñan alrededor de dos jóvenes que, ajenos por completo al publico, se entregan alegremente en su frenesí. Uno de ellos, de pie, aprieta con ambas manos la cabeza del más joven que agachado y entregado está satisfaciéndole con la boca al tiempo que le soba con ambas manos las nalgas desnudas. Dos de los mudos espectadores también están sobándole las nalgas al primero. Nada tiene de especial la escena, una melé más de las que se forman y se deshacen espontáneamente respondiendo a misteriosas consignas a lo largo de cualquier noche a esas horas de la madrugada. Mientras me aproximo y observo en respetuoso silencio la acción, aprovecho para examinar a los miembros del grupo y me fijo en uno que esta a mi lado, de aspecto joven, delgado y con gafitas que me lanza miradas interesadas. Yo aún no lo sé, pero su nombre es Rodrigo, de Sao Paulo y con él voy a vivir los próximos 3 anos en Londres y en Valencia.

Tras intercambiar unas miradas que expresan inequívocamente un interés mútuo nos apartamos del grupo y nos dirigímos a otro rincón del parque buscando algo de privacidad (si a eso se puede aspirar un sábado noche como este en el parque del centro de la ciudad con mayor número de gays por metro cuadrado). El lugar escogido es un oscuro extremo del jardín protegido por un árbol cuyo tronco retorcido a ras de suelo podría servir de asidera en caso de necesidad a los más salidos...

La magia, esa reacción química arbitraria y espontánea no tarda en producirse. Comenzamos a besarnos (hecho insólito e íntimo en un lugar de esas características que ya en si indicaría a cualquier espectador que se trata de un encuentro especial) y al tiempo vamos liberando apresurados, como si tuveiramos los minutos contados, todas las capas que se interponen entre nuestros cuerpos, las manos avanzando en la oscuridad hasta encontrar la dureza de miembros que pronto quedan expuestos a la claridad de la luz de la luna. Se nos aproxima un chaval joven, guapo y sin duda atractivo que quiere participar del festín pero a una señal de Rene entiende que se trata de un evento privado y que en esta ocasión su participación no es bienvenida. Cualquier otro día yo habría estado mas que feliz de enrollarme con el, pero ese día no había espacio para terceros. Tras el fogoso encuentro y una vez satisfechas las urgencias más básicas de cualquier ser humano, siguió la presentación formal y un segundo paso que es el de conocernos personalmente. Huelga decir que son pocos los encuentros producidos en ese tipo de lugares que sobreviven hasta esta segunda parte, pues la mayor de las veces cada uno sigue su camino consciente de la sordidez del encuentro pero satisfecho e su fuero interno e incluso con una pizca de hambre. El mundo al revés pensarían muchos. Sin embargo, en el mundo de los hombres, nada tiene de especial conocerse carnalmente antes que personalmente.

Nos sentamos en un banco del parque, ajenos a las miradas de los desconocidos que vienen y van y que continúan desfilando ante nosotros en dirección a los arbustos y los numerosos escondrijos que ofrece el parque a las 3 horas de la mañana. Aún hay tiempo para más acción.

Se nos pasan las horas hablando, cada vez estamos más interesados en continuar conociéndonos. Quizás es así como debería ser siempre. La conversación relajada como una sobremesa con copa y cigarro y sin las urgencias sexuales que determinan todas las conversaciones en los comienzos de una nueva relación.

Londres, Abril 2005

Superar el desamor es un proceso doloroso del que rara vez se sale indemne. Los menos afortunados, entre los que me incluyo, consiguen ver la luz al final del túnel solamente como resultado de una larga y penosa negociación con los hados. El olvido a base de cócteles de tiempo y distracciones de todo tipo de género nunca es terapia suficiente.

Acudes derrotado a la mesa de negociaciones impulsado por el más básico instinto de supervivencia, dispuesto a ceder a las exigencias de la otra parte - oponente mucho más fuerte- con la única aspiración de que te dejen tranquilo. Sólo pides continuar penosamente con tu vida hasta que el/la causante del desasosiego llegue a convertirse en un fantasma de carácter domestico con el que terminas por aprender a convivir.

Ese fantasma, con su presencia etérea e intermitente se convierte en un invitado silencioso y de esos que dan poca guerra, no te molesta en tu trasiego por la casa o en la cocina, ni te incomoda al tropezarte con el por el pasillo, e incluso amablemente levanta los pies para que puedas pasar la aspiradora al lado del sofá. El convidado de piedra llega a confundirse con los muebles de la casa, mimetiza los colores sombríos de las estanterías y los tonos pastel imperantes en las paredes del dormitorio -según dictado de Casa-Jardín. Se convierte en tu fiel sombra y en discreto acompañante en tus salidas matinales a la calle, los dos resplandecientes con la primera luz del día.
Cada mañana, al verlo reflejado en los escaparates en tu camino a la estación te devuelve la mirada y te saluda con sonrisa sospechosamente burlona. Acostumbrarse a él requiere cierta presencia de ánimo y llega a convertirse, irónicamente, en un aliado inesperado en tu lucha diaria contra la temida soledad. La misma soledad a la que la ausencia física del amado te había empujado.

De esta manera tan poco heróica, llega el buen día en que te levantas y te sorprendes del increíble cambio de prioridades que sin previo aviso ha tenido lugar en tu cabeza de la noche a la mañana y como por arte de birlibirloque -como si en realidad no hubiera sido un largo y penoso proceso a base de lentísimos avances en dirección a la insuficiencia.

En esta nueva fase, impulsado por la idea obsesiva de cambiarlo todo, incluso aquello que no requería cambio, el damnificado comienza a salir de casa, ir de compras, viajar a sitios nuevos –incluso si ello se reduce simplemente a una incursión en un barrio hasta ahora inexplorado. Cambiarlo todo para cambiarse a si mismo. Ese sería el lema. Reinventarse en una versión mejorada, instalar José Luis versión 7.0 con nuevo antivirus actualizado contra troyanos y demás ataques de fuerza bruta compatible con un sistema operativo más rápido y eficiente que permita funcionar con varias aplicaciones simultáneas, reiniciar los trabajos de amor disperso como decía el poeta, someterte al láser para desterrar por siempre las gafas con graduación, modelar tu físico de acuerdo a cánones más actuales, renovar vestuario, concederte caprichos innecesarios, justificar el dispendio injustificable. Sustituir en la memoria del móvil el número del barbero-peluquero del barrio por el del estilista, vencer tu legendaria resistencia al uso de cremas hidratantes anti-aging, anti-poches y anti-rides (Resistencia mantenida hasta hoy gracias a los envidiables genes heredados vía materna encargados de mantener esa tersura y frescor envidiable a tus casi 40 veranos ) en un intento desesperado por hacer retroceder las manecillas del reloj y como en el Monopoly, volver a la casilla de salida, cobrar las 20.000 pesetas y sin pasar por la casilla de la cárcel.

En este proyecto te vuelcas con un entusiasmo renovado a pesar de que dentro de ti sospechas que todo es mentira y que en el fondo ningún cambio sustancial es posible por mucho que te empenes en renovar la fachada. Sin embargo lo cierto es que tanto cambio empieza a hacerte sentir bien mientras dura tu penoso caminar hasta ese nuevo despertar que tanto te prometian los libros de auto-ayuda.
El tiempo, que no se detiene por nada ni por nadie, aprieta su paso y te acerca nuevos meses de abril. Sin avisar, un buen dia la transformacion ha dejado de ser virtualy realmente se ha producido.
Ese cambio externo que se refleja directamente en una nueva actitud despreocupada te va abriendo puertas hasta ahora cerradas para ti. Increíble. Ya en la calle, el jovencito que te mira al pasar y al que raudo respondes con una sonrisa mientras con el rabillo del ojo ves, satisfecho, como le esta haciendo un comentario a su acompañante- amiga cómplice y necesaria comadre en estas escenas- quien, diligente te dirige una mirada de aprobacion.

la vida, encarnada en juventud, te vuelve a sonreir.

La belleza de Matt me crea ansiedad e infelicidad. Me gustaría poder relajarme y disfrutar en tranquilidad de ese regalo que es que un chico como el me mire con esos ojos de enamorado. Porque es a mi a quien mira y no a otro. Y soy yo, que no otro el destinatario de esa sonrisa. Digo yo que deberia bastarme para estar tranquilo y feliz. Y sin embargo no es así. Me crea ansiedad – y creo haberlo dicho ya alguna vez- una intensa y feliz infelicidad.

Nos conocimos en Ipanema durante los carnavales de Rio del 2008. En medio de la multitud de hombres jóvenes y no tan jóvenes que celebraban en la calle la fiesta de la carne me fije en un chaval delgado de pelo negro y rizado y con cierto aire de Rimbeaud maldito que, a una prudente distancia, conversaba con un amigo, apartados los dos de la multitud como el nino superdotado que entre divertido y escéptico, asiste sin mezclarse a la diversión y juerga de sus companeros de clase. El nuevo objeto de mi deseo no estaba solo. Se encontraba acompañado y eso normalmente es una mala señal, me dije –sin duda será su novio…
Matt fumaba indolente mientras mantenia con su companero lo que parecia una conversacion banal. Tras una aproximación cautelosa percibí un cruce de miradas invitador y que reposicionaba al supuesto novio como lo que era, tan sólo un amigo. Las puertas comenzaban a abrirse invitandome a entrar. El corjeto duro poco y la siguiente puerta en abrirse ya fue la de la habitacion del hotel marriott de Copacabana, escena siguiente de esta historia y donde cayo el telon.
Aun pasaria mas de un ano hasta que ese encuentro se repitiese pues a las pocas semanas de mi regreso a Sao Paulo lo qu ehabia comenzado unos meses antes con Luca como una amistad con derecho a roce, se convirtio oficialmente en una relacion. en total estuvimos juntos practicamente un ano, y se puede decir que fue un buen ano, con los altibajos propiso de cualquier relacion. Como no podia haber sido de otro modo, en ese tiempo no tuve ningun tipo de contacto con Matt pues me habia propuesto invertir en serio en esa nueva etapa. Luca y todo lo que el me ofrecia realmente valia la pena. Aunque esa es otra historia y habra de ser contada en otro momento.
El azar quiso que nos reencontraramos de nuevo en outro mes de abril. Yo llevaba soltero, por decision propia casi dos meses. El caso es que desde ese reencuentro, todo paso muy rapido. puede que incluso mas rapido de lo que seria sensato. Especialmente habiendo salido de la relacion con Luca hacia tan poco tiempo. Curiosamente, ahora, metido de lleno en esa nueva historia, me da la sensacion de que no podia haber sido de otro modo.
Viviendo como vivo en Sao Paulo, hemos tenido que aprender a pasar la mayor parte del tiempo a kilometros de distancia. Igual nos pasamos la noche chateando y video-conferenciando y enviándonos links de videos de youtube para compartir.

Youtube ha conseguido lo que las ultimas generaciones de padres y educadores nunca consiguieron, alejar a la juventud de la televisión. Solamente ya por eso ya tiene merito. Si a eso anadimos que se trata de un recurso de entretenimiento totalmente gratuito, miel sobre hojuelas. Y es que poder ver escenas de tus programas favoritos, capitulos enteros de series antiguas, reirte de nuevo con viejos sketches de Martes y 13 en el programa de Nochevieja de hace cuarenta mil anos es un placer muy superior incluso al que te podria proporcionar el omnipresente porno, que por cierto, casi nunca es gratis y que como la vida misma, es bastante probable de que te llene el computador de virus.

Me costó decidirme, pero finalmente me hice el ánimo y he terminado llamando al cerrajero para que cambiara las cerraduras. Tanto Katia, la empleada como Matt me lo habían recomendado para mayor tranquilidad. Al principio me resistí a la idea, pero lo cierto es que Luca nunca me devolvió las llaves tras la separacion definitiva y ya sabemos (o mejor dicho, nunca sabremos) de lo que un corazón partío en combinación con un orgullo herido como el suyo seria capaz de cometer en un momento de enajenación. Total, que cerradura nueva. Me da mucha pena haber acabado de esta manera, yo que siempre adopte la política de puertas (piernas) abiertas con los ex. Pero bueno, por lo menos tenemos un final que aunque no necesariamente feliz para todos, al menos le permitirá avanzar y superar finalmente la ruptura. Y es que ahora entiendo que al querer ayudarle permitiéndole quedarse en mi casa los dias que yo viajaba, usar mi coche, dormir en mi cama , usar el Internet y mi ordenador, lo único que estaba haciendo era prolongar su agonia rodeado de recuerdos.

Por la noche no estoy nunca solo. Los eternos Chet Baker y Ella Fitzgerald me hacen compañía. Y digo eternos porque los dos llevan anos muertos.