terça-feira, 6 de outubro de 2009

En defensa de Jaime (II)

Por una vez, es de agradecer que el sol entrara hoy tan temprano en mi habitacion impidiendome continuar durmiendo. Si no fuera por eso nunca habria conseguido madrugar y salir a pasear por la playa para disfrutar un poco de la manana antes de ir al evento. Otra razon para estar agradecido por no poder dormir por mas tiempo es el extrano sueno que tuve, poco antes de despertar, en el que alguien me disparaba en la cabeza. Recuerdo pensar en el momento que recibia el balazo que se trataba sin duda de una herida mortal. Recuerdo el trallazo y la sensacion de ser herido y sin embargo no habia dolor, simplemente extraneza y expectacion.
Debo de tener la consciencia muy tranquila ya que normalmente duermo como un tronco, totalmente libre de pesadillas y sobresaltos. Mis suenos son, por lo general agradables y deliciosamente absurdos.
En su libro Poemas Postumos (sic) escrito mas de 20 anos antes de su muerte, Jaime escribe el poema Contra Jaime Gil de Biedma y que alcanza su punto algido en un rotundo Si no fueras tan puta! en clara alusion a su centaurismo (yo, mitad hombre, mitad Centauro).
El poeta, ya con 49 anos muy bien vividos a pesar de la prematura calvicie y sobrepeso, se encuentra cansado y apenas resignado a la inevitable perdida de su juventud. El paso del tiempo y la pasion por su juventud perdida- juventud a la que cada dia le resulta mas dificil seducir- es el autentico leit-motif de su obra. Desgastado por el cansancio que le ha producido una vida hedonista y tras muchos anos de busqueda constante del placer (y por tanto de la Felicidad, con mayusculas), los estragos de la feroz batalla entre Afrodita Pandemica y Afrodita Celeste, Jaime es consciente de que ya nunca mas va a poder mudar de rumbo y de que continuara entregandose, com mayor o menor entusiamo, a lo que el denomina trabajos de amor disperso, trabajos que otro menos benevolo etiquetaria simplemente de promiscuidad. El inevitable juicio moral al que somos tan propensos llevaria a mas de uno a justificar que se contagiara de SIDA y a que su organismo sufriera las consecuencias de una vida marcada por excesos de sexo, alcohol y drogas. Bueno, este ultimo puede que sea el unico vicio -descartando al tabaco como droga- que no se le podria adjudicar.
Que se jodan, y mucho, todos esos que se consideran estandartes de la moral y se meten a juzgar la vida de los demas. A mi modo de ver, cada cual es dueno de su vida, incluso si en su camino terminan haciendo dano a los que estan mas proximos a ellos. Y es que, en esta vida, cada uno escoge sus opciones. Podra parecerme censurable o admirable, pero como nunca voy a poder ser capaz de entrar en la cabeza de nadie y entender lo que le lleva a hacer con su vida lo que hace, no me quedara mas remedio que limitarme a ofrecer meras recomendaciones y consejos. Que Jaime murio joven cuando podia haber llevado otro tipo de vida y cumplir los 100 anos rodeado de nietos y biznietos no lo voy a discutir con nadie. Solo que no habria vivido su vida. Habria consumido su vida viviendo una vida deseada por otros, en este caso por su familia burguesa y conservadora.
Si quiero ser puta, sere puta, que le vamos a hacer. Si te parece que mis elecciones son autodestructivas, sere autodestructivo. Solo yo soy responsable por mis actos y solo yo valoro las consecuencias de mis acciones. Al menos mientras mi buen juicio no quede obnubilado por elementos toxicos. Vosotros, almas amables y bienintencionadas no tendreis mas opcion que tolerarme y aconsejarme de la mejor manera posible. O dadme por un caso perdido y girad la cabeza al verme por la calle o negadme el saludo si no me considerais digno de recibirlo.
Soy lo que soy y como soy, y a pesar que me hubiera gustado ser diferente (entre otras cosas, mas alto, mas inteligente y mas rico), hay cosas de mi naturaleza que nunca podre cambiar y que ya me vinieron predeterminadas. Take it or leave it, como ya hice yo en su momento. Rezad por mi si asi lo considerais necesario y que los Hados me ayuden para que triunfe en mi lucha contra mi peor enemigo que no es otro que yo mismo. En esa batalla, con sus victorias y sus derrotas, vivire mi vida como si en ello me fuera la vida misma.

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