domingo, 20 de setembro de 2009

Domingos temibles, lunes inofensivos

Me temo que hoy va ser un dia de esos en que lo que escribo pueda parecer un ladrillo. Es lo que tiene despertarse pronto un domingo por la manana en el que no tienes nada planeado y que con certeza va a terminar con una ansiedad acumulada a medida que faltan menos horas para la llegada del lunes. Resulta que esa ansiedad de domingo es tan generalizada en Brasil como en cualquier otro pais. Aqui incluso le han puesto nombre, el del Sindrome do Fantastico, el magazine de television de la Globo TV lider de audiencia y que ocupa varias horas de la tarde-noche del domingo. Aparentemente, la melodia que anuncia el inicio del programa ya es motivo suficiente para que se active alguna parte del cerebro de miles y miles de mortales de todo el pais y comiencen a sentir esa agonia que tan bien conozco y que llevo sufriendo en mayor o menor grado casi todos los domingos de mi vida adulta. Y estoy hablando de casi 20 anos de vida laboral, unos 1,040 domingos, domingo arriba, domingo abajo, que se dice pronto.
Cada uno tiene su propia manera de enfrentarse a esta angustia que siempre acude puntual con el fin de amargarle a uno el fin de semana. Yo, personalmente, recomiendo mantener la mayor parte del tiempo ocupado (y no creo ser el unico, que por algo los cines se llenan los domingos por la tarde) en lugar de andar ocioso y sin rumbo mientras las horas pasan y la cabeza va llenandose de pensamientos sombrios. Una buena alternativa para las tardes del domingo es, como para casi todo, el sexo, este ultimo siempre mas placentero en cualquier compania que no sea tu mano derecha. Quien vive en pareja lo tiene logicamente mas a mano aparte de resultar mucho mas barato. Ademas, no hay que infravalorar el doble beneficio como pasatiempos y como terapia matrimonial que se obtiene con su practica. La atencion erotica tan merecida por tu otra mitad puede haber estado injustamente relegada a un segundo plano por culpa de las multiples obligaciones que nos hemos creado para ocupar la semana. Y ya sabemos como esa falta de atencion hacia tu pareja puede llegar a convertirse en un serio problema con el pasar de los anos. Y es que, como diria Vicenta, la vecina del 3 dcha. con un desparpajo que hasta podria parecer vulgar, no hay peor cosa que estar mal follada. A una se le hace el caracter arisco, se te pone en la cara como una especie de mohin asi medio hosco e incluso el cutis acaba por perder su tersura y su brillo. Llegado a ese punto una es que ya ni paciencia tiene ante la ropa desperdigada por la casa. Y que le lave los calzoncillos su puta madre, anadiria ella pensando sin duda en su Erasmo elevando la voz triunfal y colocando los brazos en jarras en un gesto entre desafiante y reivindicativo.
Lo dicho, en epocas de sequia intermarital el equilibrio hormonal es tan precario que el menor motivo de tension puede ser detonante suficiente para que estalle una disputa domestica de proporciones y desenlaces imprevisibles.
Tener todo el domingo enterito para uno mismo cuando encima has tenido el sabado anterior tambien a tu mera disposicion me provoca aun mas angustia. Aun cansado por no haber hecho nada el dia anterior, comienzas el domingo pensando ya en las multiples posibilidades y actividades que podrias hacer para aprovechar y disfrutar del ultimo dia del fin de semana. Sin siquiera haber salido de la cama ya comienzas a sentirte abrumado y paralizado. Nada peor que no saber que hacer con tu tiempo libre a pesar de todas esas posiblidades (o quizas, justamente por causa de ellas) de entretenimiento (empezar ese libro que esta acumulando polvo en la estanteria y que aun no has leido, vestirte y bajar al quiosco a comprar una revista, salir de casa para ir al cine, decidir no salir al cine y en su lugar quedarte en casa viendo un DVD, no conformarte con un DVD sino optar por una sesion doble de cine-palomitas, quedarte en casa y no ver DVDs ni leer un libro y en su lugar ponerte a estudiar el alfabeto de un nuevo idioma, desistir de aprender un nuevo idioma y llamar a un amigo para salir a comer, decidir que no, que mejor comer en casa y usar las patatas que ya se estan pudriendo, acordarte de la comida casera de tu madre y decidir hacer una visita sorpresa a tus padres..etc etc. El peso por tener que tomar tantas decisiones triviales acaba por hundirte aun mas en la cama. Esa cama de la que aun no has salido y de la que de repente te parece que nunca mas vas a poder salir.
Sientes el tiempo pasar mientras sigues tumbado y pensando en las diferentes opciones. Te incorporas de vez en cuando lo justo para ver que el reloj despertador te recuerda inflexible que las horas estan pasando y que de seguir asi habras perdido la manana entera. El sentimiento de culpa por haber dejado pasar las horas inerme y sin aprovechar el dia libre, especialmente si es un dia soleado en el que seguro que todo el mundo estara afuera paseando y disfrutandolo, te hace sentir aun peor y acabas por encogerte y taparte aun mas en la cama. Quizas es por eso que me gustaba vivir en Londres, porque el tiempo lluvioso y su habitual cielo plomizo era excusa suficiente para remolonear en la cama hasta la hora de comer y pasar el dia sin salir a la calle bambando por la casa en pijama sin tener que ducharme ni afeitarme. No por casualidad, los dias que mas me deprimian eran los pocos dias de sol en que todo el mundo salia de sus casas para tomar al asalto los parques y las terrazas de la ciudad.
Otra actividad terapeutica es escribir. Por ejemplo, a mi me ayuda a sobreponerme y enfrentarme a ese horror vacui que ya sufrian los artistas barrocos y que les urgia a no dejar un rincon vacio y sin decorar. Aparte de escribir para ser leido (aquel exhibicionismo ya comentado anteriormente) he descubierto que el acto de escribir me provoca un autentico subidon. Cuando me siento ante el ordenador con apenas una o dos ideas para elaborar y comienzo a teclear, de repente comienzan a surgir a borbotones nuevas ideas, a veces inconexas, pero que no pueden aguardar mas para salir y ser expuestas. Un pensamiento me lleva a otro con la misma celeridad con la que los guardaespaldas en las peliculas americanas sacan en volandas al presidente (codename traveler) del lugar del atentado fallido. Mientras tecleo freneticamente en mi IBM ThinkPad las neuronas de mi cerebro generan la misma endorfina y serotonina que provocan el subidon y que me hacen sentir feliz como cuando estoy practicando deporte, independientemente de si estoy corriendo por el parque de Ibirapoera o en la estupida cinta mecanica del gimnasio como un hamster en su rueda. Tal explosion de sustancias quimicas naturales puede resultar en un texto sobrecargado e innecesario, pero no importa, por lo menos habre logrado que el dia de hoy, apenas una pagina mas en el libro que es mi vida, ya no este vacia. E incluso cuando el viento un dia la arranque (siguiendo con la cursi metafora pagina-dia, vida-libro), el viento la transportara arbitrariamente por los rincones mas remotos del ciberespacio hasta posar silenciosamente en las manos de un lector ocioso y sin nada mejor que hacer en un domingo como hoy.

Um comentário:

  1. bien podrías escribir en cualquier dominical...es mejor que cualquier artículo de esos que nos colocan en el pais semanal!! por qué no mandas algún escrito a un periódico?creo que tu futuro está en esto, en escribir.

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